nº de operario: 1588

Yo, yo, yo, la serotonina y mis "cosiquicas de cotón"

22.7.06

Invasión de letras


Las letras han aparecido en la ciudad como antes lo hicieron los horrendos leones, los contenedores civicamente grafiteados y como dentro de poco surgiran nuevos objetos más o menos afortunados. No obstante, esta vez, las letras me gustan (forman parte de una campaña institucional que OH! sorpresa nos hacen ver que esta ciudad está cambiando). Bien podrían haber saltado de los carteles y por alguna extraña mutación, de esas que les pasan a los superhéroes, escapar de los letreros que las contenían.

Cuando miro estas tipografías descontextualizadas, secas y gordas, sus nombres resuenan en mi cabeza, las veo y las oigo al tiempo.



Hace unas semanas fotografíe unos modestos rótulos por la calle y al montar este pequeño collage me he dado cuenta de que todos estos tipos tienen algo en común con las letrazas de la calle: son modelos "modernos" pero viejos, tipografías, simples y geométricas basados en letras de los años veinte y treinta. Oes circulares y Aes triangulares como las del paquete de ideales que me fascinaba cuando se lo veía a mi abuelo.

No sé porqué me gustan tanto estas letras, a lo mejor es su sencillez, la capacidad de expresar su sentido sin servirse de adornos y ese aspecto industrial e inhumano, tan diferentes de las tipografías caligráficas o de las elegantes letras latinas que tanto hablan de aquellos que las prefieren. Carecen de elementos emocionales, son proporcionadas, inventadas en épocas
artificiales, que confiaban en el poder de la técnica y de lo nuevo, sin referencias nostálgicas a ningún tiempo pasado. Por eso me gustan estas letrazas de la calle.

Ahora que los recursos para conseguir, imprimir y crear tipografías, se han multiplicado hasta el infinito y con ellos las fuentes, más o menos afortunados (la Comic es horrorosa), se pueden descargar por miles en sitios como este, y estamos un poco saturados de ellas, aparecen, como por voluntad propia, gigantes, proyectando una sombra nítida en el asfalto (otra letra como ellas), con ánimo de invadirnos y sin significar nada más alla de lo que son: Aes, Zetas y Oes, pese a que hayan sido plantadas aquí y allí, para cantar las alabanzas de esta nueva Zaragoza, por alguna mente clarividente del marketing y el diseño.

nota (Gracias Cholo por las fotos y el golpe en el plexo solar el día de mi cumpleaños)

1 comentarios:

A las 4:10 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

LAS FOTOS ESTAN MUY BIEN CHOLO, NO SE QUIEN ERES TÍO PERO ME MOLA MAZO TU MANERA DE ENFOCAR Y RETRATAR LAS COSAS.

 

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