yoismo onanista

Cuantos yo, mi y me hay escritos en los tres post que llevo, muchos. Hago honor a la primera parte del subtítulo de la e-cosica. Descubro porque hago esto, para mirarme en el espejo, gustándome (mi pequeña concesión narcisista) y hacerme una paja y no pienso que esté mal. Me ayuda a pensar, a ordenar lo que pienso tratando de encontrar el mejor modo de expresarlo, me hace fijarme más en lo que me interesa y probablemente hacer que me interese más y lo que es más curioso, aunque acabo de comenzar ya estoy pensando que alguien me lee, me estoy autoinventando y eso que no aparezco ni indexado por google y es probable que nunca lo consiga.
Ingenuamente creia que el anonimato del pseudónimo y el no hacer referencia directa a mi círculo intimo, sirviéndome de codigos privados, me iba a permitir expresarme más libremente, pero ya he tenido mi primera desilusión. Para alguien que no me conozca el anonimato sirve, las bromas privadas las entenderá como lo que son: parte de mi intimidad, pero para aquellos a los que están dirigidas por muy incomprensibles que sean para terceros, saben perfectamente de que van, para ellos mi pseudónimo no es más que un mal disfraz y por mucho que me exprese tranquilamente escribiendo en mi portatil tengo que guardar las mismas normas de cortesía que cuando estoy con ellos cara a cara. Bye, bye libertad, bienvenida educación de la que hago tan poca gala.