nº de operario: 1588

Yo, yo, yo, la serotonina y mis "cosiquicas de cotón"

12.8.06

El futuro de Cocón

7.8.06

¿Alguien lo dudaba?

Al Yanomami

Cualquiera que pierda el precioso y limitado tiempo que nuestro Hacedor nos ha otorgado navegando por las procelosas aguas de Internet habrá llegado a una única conclusión verdadera: Internet es para el porno (mala) traducción del famosísimo The Internet is for porn (raro será el humano que no la haya escuchado alguna vez)


La versión más conocida es este montaje con los personajes de World of Warcraft, pero esta cancioncilla tan divertida pertenece originariamente a un musical con marionetas del grupo
Avenue Q, aquí se explica su trayectoria (y en su página personal os podéis descargar este y otros temas de su espectáculo). Como no podía ser de otra manera el éxito internaútico ha hecho surgir multitud de parodias, algunas inverosímiles, que no he tenido ni ganas ni tiempo de revisar, si alguno armado de paciencia encuentra alguna, que por su ridiculez, sea digna de mención que lo haga aquí mismo.

6.8.06

Sirenas


Hubo un tiempo en el que me gustaba dibujar sirenas (no como estas)...




...y sirenos.


5.8.06

Monos acumuladores


Nota (este es un blog proleta de ahí lo de las actualizaciones cada fin de semana)

No sé cual será el ¿éxito? de nuestra especie. Intuyo que tiene algo que ver con la capacidad de previsión. Como vivimos en un mundo material, sería lógico pensar que esa previsión tomase sólo una forma material, principalmente como objetos o energía (comida, bienes, etc...), aunque también lo hace como previsión pura y dura, garantías para el futuro que no tienen más forma que aquellos objetos que las simbolizan (entran aquí todo tipo de contratos, el dinero, y otras cosas parecidas), conocimientos, etc.

Actuamos (algunos más y otros menos) según la máxima de un enfermo de Síndrome de Diógenes: Guardar cosas, las necesitemos o no, por si acaso. Esto nos da seguridad.

Internet me recuerda cada vez más a la casa de un acumulador, en lugar de estanterías, trasteros, despachos y demás lugares de almacenaje, hay servidores, host, discos duros, memorias flash y derivados digitales. La sensación al conectarme es la misma que la de estar en la casa de un hipotético acumulador. Hay cosas útiles, otras que solo son útiles para algunos y fundamentalmente pura y llanamente trashtos. Y ¿quién, si tiene tiempo, se resiste a la tentación de hurgar entre los trashtos? Yo, desde luego, no.

Va aquí una muestra de mi trashteo:

Al exitoso Youtube y con su misma filosofía, le ha salido su contraimagen pornográfica, como no podía ser menos y en un alarde de originalidad su nombre es Pornotube.

Hurgando en mi memoria me lanzo a la búsqueda de los rastros binarios de gente con la que perdí el contacto: Encuentro la página de Jorge un muchacho que desde Granada sigue fiel a sus aficiones, las menciones de otra que continúa en lo suyo, un artículo sobre Spinoza de Jesús, y la entrevista (un poco vieja) de esta otra, que no conocí, pero que me ha hecho gastar mucha saliva. De otros ni rastro.

Descubro también, experimentos para medir la velocidad de la luz con un microondas y un regaliz dignos de un Festival de la Ciencia como Dios manda. Un blog sobre el desierto en el que vivo y una revista más o menos de lo mismo, que a alguna le resultarán útiles. Un ejemplo de usuario de la Campus Party (que raro es un varón gordo). El himno del verano: Poyeya, no os perdáis la carta de Soraya a sus fans que está en esta página (estos dos últimos enlaces
vía Pixel y Dixel). Un nuevo blog de matemáticas...

Y más y más objetos dispares que cualquiera puede encontrar en Basurilandia, país que ayudo a construir con estos bytes guardados no sé dónde.