nº de operario: 1588

Yo, yo, yo, la serotonina y mis "cosiquicas de cotón"

8.7.07

Acanto

Acanto (Acanthus mollis) de Torrero en flor.

La planta del acanto siempre me ha llamado la atención, su uso como elemento ornamental en la arquitectura clásica la ha dotado de un valor estético extra. Vitrubio, en su capítulo dedicado al capitel corintio (Lib. IV Cap. 1) nos cuenta la leyenda del descubrimiento de este orden:

" Dicen que el descubrimiento del capitel corintio fue así: una muchacha de Corinto, ya de cierta edad para contraer matrimonio, falleció a causa de una enfermedad. Despues de sus exequias, su nodriza recogió unas copas que le gustaban mucho a la muchacha cuando vivía y las puso todas juntas en un canastillo de mimbre, que llevo a su sepulcro; las colocó encima y con el fin de que se mantuvieran en buen estado durante mucho tiempo, las cubrio con unas tejas. Casualmente colocó el canastillo sobre la raíz de un acanto. Con el tiempo, las raíces del acanto, oprimidas por el peso , esparcieron en derredor sus hojas y sus pequeños tallos, al llegar la primavera; sus tallos crecían en torno al canastillo y por los lados salían al exterior bajo el peso de las tejas, lo que obligo a que fueran formando unas curvaturas o volutas en sus extremos. Calímaco (...) al pasar delante de este sepulcro observo el canastillo y la delicadeza de las hojas que crecían a su alrededor. Quedo gratamente sorprendido por esta original forma de las hojas y levanto unas columnas en Corinto, imitando este modelo (...)"
VITRUBIO. Los diez libros de Arquitectura

Aquí esta imagen que ilustra la descripción.

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